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La noche del suicidio perfecto...

13 septiembre, 2009


Me corrieron del trabajo. Llegué 15 minutos tarde a la oficina y me encontré con un jefe malencarado y de malas. Me gritoneó y hechó en cara todos mis errores. Dijo que esto había terminado y me pidió recoger mis cosas lo más pronto posible y desaparecer mi asquerosa precencia de su vista...

La noche anterior me había sentido muy solo y salí al bar de siempre a tomarme unos tragos de wisky mientras escuchaba esas canciones que tanto me relajan y me invitan a reflexionar sobre los días de mi vida. (suena de fondo "el amor después del amor" de Fito Paez). Los tragos se convirtieron muy pronto en una botella y las horas pasaron hasta que, ya ebrio, a altas horas de la madrugada, tomé mi automóvil y me dirigí a casa sin importarme lo que pudiera sucederme conduciendo en ese estado.

...Recogí mis cosas sin emitir comentario alguno sobre la situación, me dolía tanto la cabeza por la resaca, que no tenia los ánimos para inventar algún pretexto que me salvara de esta situación. Esta vez dejé que las cosas tomaran su cause. Salí del edificio con una caja llena de documentos. Durante mi desfile, mis compañeros me observaban como si un hombre condenado a morir pasara por la "villa verde" (recordando un poco la película de "Milagros Inesperados"). Tomé mis llaves y puse mis cosas en la cajuela. Subí al auto, coloqué la carátula del estéreo y deje sonar la primera canción que salió. ("Lucha de Gigantes" de Nacha Pop). Cerré mis ojos por un instante, un suspiro largo y arranqué el auto, quería comer algo que me dejara un mejor sabor de boca y olvidar lo sucedido en mis primeras horas de este día.

Llegué a las tortas ahogadas, ¡qué mejor manera de solucionar la resaca!. Pedí una torta muerta y una cerveza victoria lo más fría posible. En la rockola del lugar se escuchaban a Enrique Bunbury con la rola de "Infinito" La canción me inspiro a seguir bebiendo, así que fui al centro comercial y compré una botella de Buchana´s, hielo y agua mineral.

Estando en casa me serví un trago de wisky, le marqué a mi novia a su celular., tenia ganas de verla y hacerle el amor... No me contestó. Seguí bebiendo y escuchando música ("Me cansé de amarte" Enanitos Verdes).

Pasaban las horas, la botella estaba medio vacia, el hielo derritiéndose por la sala, yo tirado a un costado de las bocinas del estéreo, cantando, pensando y llorando. Ya me temblaban las manos cuando escuchaba "Esa Noche" de Café Tacuba.

Ya había entrado la noche cuando la botella se habia terminado. Yo queria seguir bebiendo así que nuevamente tomé las llaves del auto y salí a comprar otra. En el camino le marqué a un amigo, ya no quería estar solo, necesitaba la compañia de las personas más queridas y una de ellas, mi novia, no aparecia. Sonaba "La Célula que Explota" de Jaguares cuando me encontré con un inapelable no por parte de mi amigo, sin pedirle explicaciones o suplicarle me despedí, le dije "Dios te bendiga y sabes que te quiero mucho."

De nuevo llego a mi casa. No me bajé del coche, subí el volumen del estéreo por que está "Algo contigo" de Andrés Calamaro. Destapé la botella y le di un trago. Comenzé a llorar, sentía que mi vida perdía sentido, que estaba solo, no sabía que camino seguir. Encendí el coche y me aleje. Manejé y bebí mientras escuchaba "Al Lado del Camino". En ese momento desvié mi curso por carretera para dirigirme a Ixtapa.

Eran las 3:00 de la mañana cuando mi botella estaba por terminarse. Me detuve en una micelania y compre otra botella. Seguí mi camino hacia la playa más cercana escuchando "siguiendo la luna" de los Fabulosos Cadillacs. Por fin vi el mar y acerqué mi auto lo más posible. Me despojé de mi ropa quedando desnudo, baje la botella y subi el volumen del esteréo. Sonaba "kumbala" de La Maldita Vecindad. Me tire en la arena y dejaba que las olas me acariciaran. Después de media botella ya había perdido el conocimiento y lo único que quería era desaparecer de la faz de la tierra. Me puse de pie, dejé la botella por un lado, caminé hacia el már mientras escuchaba "temblando" de Hombres G. Mis ojos lloraban, el agua salada del mar empapaba cada vez más mi cuerpo. Yo no me detenia, estaba satisfecho, habia bebido wisky y habia escuchado mis canciones favoritas durante todo el día.. había perdido mi trabajo, no había visto a mi novia y a mi mejor amigo... Pero no les reprochaba nada... Luego mis pulmones se llenaban de agua, escuchaba un zumbido aturdidor. Después lo último que pensé, que pasó por mi mente fue...

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